En un blog anterior, mencionamos que la humanización del cuidado de la salud no está centrada en la persona, sino en promover relaciones positivas entre los diferentes agentes implicados, siempre considerando el contexto en el que se desarrollan dichas relaciones. En este blog abordaremos diez acciones prácticas para humanizar el cuidado de la salud.

En Lovehumankind queremos cambiar la conversación en salud y de la forma en que se da su cuidado. Por lo tanto, consideramos clave abordar el tema de la humanización del cuidado de la salud (incluyendo los servicios de salud). Y es por ello, hemos desarrollado un taller para profesionales de salud en la humanización del cuidado de la salud, ¡No dudes en contactarnos!

Reflexiona y responde en la sección de comentarios:

  1. ¿Qué significa humanizar?
  2. ¿Cómo humanizar nuestras relaciones en el día a día?
  3. ¿Cuáles son los beneficios de la humanización?
  4. ¿Qué variables afectan la humanización del cuidado de la salud?

Recuerda, “detrás de cada enfermedad hay una persona que está viviendo su experiencia de una manera determinada y que tiene que incorporar dicha situación a su vida.” (Simbiotia). Por lo tanto, cuando se habla de humanizar el cuidado de la salud significa personalizar la atención al paciente; lo cual, implica, mucho más que ser cordial y agradable, es no tratar al enfermo como si fuera un objeto, una simple enfermedad o unos síntomas concretos.

Humanizar el cuidado de la salud requiere considerar a los pacientes como personas. En este sentido, hay cosas que no se pueden sustituir, como es la presencia de un ser humano ante los pacientes que están sufriendo dolor, una mirada, unas palabras, sonreír, mostrar calidez, escuchar, tener empatía, comprensión de la situación del otro, entre otros.

Experiencias de humanización en Colombia y el mundo

Hay múltiples experiencias o buenas prácticas en humanización a nivel internacional y nacional.

A nivel internacional:

  • España: el cual cuenta con la incursión de la humanización en el sistema salud, desde los años 60 y en la actualidad Madrid, España cuenta con un Plan Nacional de Humanización de la Asistencia Sanitaria 2016-2019
  • México: en el año 2000, adquiere el compromiso de mejorar la salud materna y en reducir la tasa de mortalidad materna y en el año 2010 desarrolla el proyecto piloto de atención humanizada del parto con enfoque de interculturalidad.
  • El Salvador: cuenta desde el 2011, con un Programa de Humanización de los Servicios de Salud.
  • Brasil: para el año 2003, se crea la Política Nacional de Humanización, el cual está presente en todas las acciones de salud de forma transversal.

Y a nivel nacional, son múltiples los avances que se han tenido en temas de humanización, en el siguiente vídeo podrás ver una experiencia exitosa que se han hecho en humanización de los servicios de salud en Colombia, Terapia del Amor. Instituto Roosevelt:

Puedes revisar otras expereriencias aquí:

También, se pueden resaltar las siguientes experiencias que fueron presentadas en el VII Foro Nacional de Acreditación en Salud “Hacia un Enfoque Integral de la Humanización de los Servicios de Salud” 2019, ICONTEC. Las cuales han sido mencionadas por el Ministerio de Salud.

Diez acciones prácticas para Humanizar el Cuidado de la Salud

Lee detenidamente cada una de estas diez acciones que te proponemos con el objetivo de humanizar el cuidado de la salud. Cuéntanos en la sección de comentarios, ¿Cuál consideras que podrías empezar a hacer hoy mismo?

1. Agradece: En palabras de Deepak Chopra: “La gratitud abre la puerta al poder, a la sabiduría y a la creatividad del universo. Tú abres la puerta a través de la gratitud.” Agradece a la vida cada situación, momento, día que tienes. Agradece a las personas por el tiempo, por la espera. “Gracias” es una palabra poderosa.

2. Saluda por el nombre: uno de los temas que más resaltan los pacientes, es el hecho de que no son tratados como personas, no se les saluda, no se les nombra. Es por ello, que pequeños cambios hacen grandes diferencias.

3. Piensa siempre lo mejor del otro y de la situación: Debido a experiencias previas o conocidas o por aspectos culturales, muchas veces se tiene la tendencia a pensar mal de la otra persona o situación. Por ejemplo: “Me está mintiendo” “Las cosas no son de esta manera” “Para que celebra este logro si lo más seguro es que vuelva a recaer”. Lo importante aquí es pensar en positivo, cambiar la perspectiva desde donde estoy viendo la situación, pensar siempre lo mejor de la otra persona y de la situación que se está viviendo.

4. Actitud amigable y abierta: Procura que las personas encuentran en ti una persona con la que se pueda hablar cómodamente, resuelva las dudas y problemas en la medida que esté a tu alcance, brinda ayuda y apoyo.

5. Examina tus emociones de manera constante. Identifica tres puntos clave: ¿Qué estoy sintiendo? ¿Por qué lo estoy sintiendo? Y ¿Qué puedo hacer con esto que estoy sintiendo? Requiere tiempo y práctica para poder ver los resultados, pero poco a poco te permitirá conocer tus propias emociones y con ello aprender identificar las emociones de los otros.

6. Escucha atentamente lo que otra persona expresa, evita distractores. Mira a la persona con quien hablas a los ojos, de manera serena y con una actitud que demuestre interés. Recuerde que los silencios y pausas son en muchas ocasiones necesarias.

Imagen de Checklist de la escucha activa: mantener contacto visual, sonreir, postura corporal receptiva, mantener la atención, emitar palabras de refuerzo, parafrasear, hacer preguntas.

7. Estudia tu lenguaje corporal: analiza ¿cómo usas tus manos al explicar o argumentar su mensaje? ¿Señalan, apuntan, empuñan? Analiza ¿Cómo está tu rostro? Su cuerpo en general está en una posición de apertura o de bloqueo. En este link podrá encontrar tips muy útiles sobre el lenguaje corporal: https://habilidadsocial.com/el-lenguaje-corporal/

8.flexible, tolerante y paciente con la otra persona. Los pacientes suelen estar sumergidos en un mar de dudas y miedos que muchas veces no saben cómo transmitir lo que están sintiendo. Verifica siempre con una actitud positiva y amable el entendimiento por el otro, asegúrate a través de preguntas abiertas que estás entendiendo y que la otra persona entiendo de manera correcta.

9. Práctica técnicas de respiración, relajación y/o meditación: Así podrás enfrentarte con mejor disposición a los desafíos del día a día. El entrenar diariamente, te ayudará a que, en un momento de mucho estrés o tensión, puedas “ponerla en acción” y responder de manera asertiva a la situación. En el siguiente vídeo encontrarás una técnica sencilla, pero muy poderosa, de respiración.

10. Desconéctate: Cuando sientas que la jornada está con altos niveles de estrés, “desconéctate” por un momento, esto lo puedes hacer: viendo por la ventana, colocando tu canción favorita, yendo al baño, tomando un vaso de agua, haciendo una meditación u oración, entre otros. El apartarte de la situación por un momento te ayudará a ver las cosas desde otra perspectiva y encontrar soluciones de una manera más rápida.

Referencias bibliográficas

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