Todos queremos tener una fórmula mágica para poder cumplir nuestros propósitos y objetivos.
El problema es que no sabemos cómo lograr lo que nos proponemos y muchas veces no creemos en nosotros mismos.
También, creemos que simplemente con desear cambiar, vamos a lograr las cosas.
No tenemos claro a dónde queremos llegar y qué queremos cambiar, pero esperamos a que todo el universo confabule en nuestro favor y las cosas se den.
O tal vez pensamos que si fuéramos más disciplinados, lograríamos más cosas. Culpamos nuestra fuerza de voluntad cuando no lo logramos.
A medida que pasa el tiempo y no logramos lo que queremos, comenzamos a perder la confianza en nosotros mismos y dejamos de creer en nuestros sueños.
Otras veces, no somos tan serios con nuestros objetivos personales porque no sentimos que tienen la importancia suficiente.
Somos más eficientes en cumplir nuestros objetivos laborales que nuestros propósitos personales.
Por eso es que mi primer consejo es que trates tus objetivos personales como si se trataran de un objetivo laboral y tuvieras a tu jefe esperando que los lograras.
Piensa en ti como en tu propio emprendimiento, el emprendimiendo más importante que tienes en la vida.
Una técnica para trazar nuestras metas y objetivos
Quiero mostrarte una forma para definir y construir tus objetivos personales.
Esta es una técnica que puedes usar para trazar las metas que te propones en la vida:
- Conócete a ti mismo
- Reconoce dónde estás
- Define a dónde quieres llegar
- Sé concreto con lo que quieres lograr
Hablemos más a detalle de cada uno de estos pasos:
1. Conócete a ti mismo.
Para lograr tus objetivos primero tienes que conocerte a ti mismo, para esto hazte estas preguntas:
- ¿Qué me motiva? Qué es lo que te mueve a ser mejor, a cambiar. Puede ser depronto tu salud o tal vez tus hijos. Yo a esto lo llamo mi motorcito de vida, esos aspectos que hacen que me despierte de la cama queriendo ser mejor persona.
- ¿Me motiva más cumplirle a los demás o cumplirme a mí mismo? Aquí todos somos diferentes. Algunos necesitamos tener a alguien más a quien rendirle cuentas. Otros, podemos cumplir las cosas sin que nadie sepa lo que queremos porque sentimos una responsabilidad muy grande hacia nosotros mismos.
- ¿Me queda más cómodo hacer cambios drásticos o prefiero hacerlo por pasos pequeños? Si quiero hacer un cambio, prefiero hacer todo de una, o prefiero ir paso a paso.
- ¿Si estoy tratando de cambiar algo en mi vida, me puedo permitir de vez en cuando pecar o necesito abstenerme del todo? Si estoy incorporando un hábito en mi vida, soy capaz de volver a mis viejos hábitos de vez en cuando sin problema y después retomar mi rutina nueva. O si vuelvo a mis hábitos viejos después me cuesta trabajo retomar lo nuevo. Un ejemplo es que si estás haciendo una dieta especial, ¿puedes permitirte de vez en cuando comerte un pastel, o necesitas abstenerte del todo?
- ¿Me gusta más comenzar los proyectos o cerrarlos? ¿Soy bueno o buena comenzando proyectos nuevos, o siento más satisfacción cuando veo concluidas las cosas?
- ¿Me gustan las experiencias nuevas o prefiero lo conocido? ¿Me gusta probar cosas nuevas, buscar aventuras? ¿O tal vez prefiero lo que conozco?
Cuando empiezas a tener claro esto de ti mismo, puedes empezar a planear cómo vas a lograr lo que te propones. Cuando respondes a estas preguntas, sabes bien cómo actúas ante el cambio y puedes diseñar un camino que te lleve a tener más seguridad de que vas a ser exitoso. Por ejemplo, si sabes que respondes mejor cuando tienes que reportarle a alguien más, puedes buscar a un amigo que te ayude y te motive mientras estás en el proceso.
Cuando te conoces lo suficiente, empiezas a volver a creer en ti porque te das cuenta que no tienes nada malo sino que actúas de cierta manera y puedes empezar a organizar tus planes de acuerdo a cómo funcionas mejor.
2. Reconoce dónde estás.
En este punto es importante tener claro tu situación actual e identificar aquello que no te gusta y que quieres cambiar. Muchas veces sabemos que algo no nos gusta, pero no tenemos claro exactamente qué es y nos pasamos el rato quejándonos.
Necesitamos CLARIDAD.
Por eso aquí pregúntate siempre qué es específicamente lo que quieres cambiar. Si quieres leer más sobre este paso te invito a que leas mi blog “Paso 1 del cambio: Reconoce”.
3. Define a dónde quieres llegar.
Otro error común en el que caemos cuando estamos tratando de cumplir nuestras metas es que no definimos bien lo que queremos lograr y cómo queremos lograrlo. Sabemos que no nos gusta algo, pero no sabemos qué queremos en vez de eso. Un ejemplo muy común que le oigo a la gente es que no están tan felices en su trabajo actual pero cuando les pregunto qué quieren hacer en vez de eso, no lo saben. Entonces, si te está pasando algo similar en algún ámbito de tu vida, te aconsejo que te sientes en silencio para buscar respuestas. También pregúntate qué puedes hacer al corto, mediano y largo plazo para que la situación mejore.
Por último, tenemos que entender a dónde queremos llegar, cuál sería la situación ideal. Qué es exactamente lo que queremos. ¡Define esto y ve por él!
4. Sé concreto con lo que quieres lograr.
Cuando ya sabes qué quieres cambiar y a dónde quieres llegar, el paso siguiente es definir tu objetivo de manera concreta. para esto tienes que ser específico en lo que quieres, además definir una fecha límite y una manera de medir si lo lograste o no. Cuando estés en este paso, identifica además las posibles barreras que se te puedan presentar y tenlas en cuenta cuando desarrolles tu plan de acción.
Si quieres seguir leyendo sobre cómo definir tus objetivos te invito a que leas mi blog “¿Cómo cumplir tus deseos de año nuevo?”
Por último, quiero decirte que una de las cosas más importantes para cumplir tus objetivos es que vuelvas a creer en ti y en tus sueños! Es posible tener la vida que sueñas, es posible ser la mejor persona que puedes ser.
Si quieres conocer cómo aplicar todo esto y tener una vida increíble te invito a que conozcas mi programa “Salud Increíble para todos los días”.