Si te estás preguntando cómo cumplir tus deseos de año nuevo, después de haber llegado de vacaciones y de haber acabado las fiestas, este artículo te interesa. Quiero contarte una forma sencilla y organizada para poder cumplir tus propósitos de 2019. Así vas a asegurar que tus deseos no se queden solo en eso, simples deseos que tendrás que repetir el próximo año. Quiero contarte por qué ponerse objetivos y hacer planes de acción es importante para cumplir tus metas. Te daré algunos tips fáciles de implementar desde ya, aprovechando que tienes el impulso de haber comenzado el año. Si quieres profundizar más en esto, te invito a que te inscribas a al curso “La Maestría del cambio”. Comenzamos 2019 con al menos 12 deseos de año nuevo. Todos queremos que este sea el año que logramos todo lo que siempre hemos soñado pero no hemos podido cumplir:
  • Bajar de peso
  • Mejorar nuestra salud
  • Renunciar al trabajo para emprender
  • Cambiar de trabajo a uno mejor
  • Tener mayor balance en nuestra vida
  • Mejorar nuestros hábitos de vida
  • Irnos de viaje
  • Cambiarnos de casa o ciudad
El 31 de diciembre, nos comemos las uvas, una a una, pensando en nuestros deseos de año nuevo. El primero de enero estamos tan cansados que no pensamos en esos sueños, pero en los días siguientes todos empezamos con ánimo a hacer cambios. Ya sea porque no nos cabe la ropa de siempre o porque nos sentimos medio hastiados de todo lo que comimos, algunos hacemos un detox con la esperanza de empezar bien el año. Los que queremos buscar un nuevo trabajo o casa, empezamos la búsqueda con firmeza. El problema está en que antes de que se acabe enero ya varios hemos desistido y vuelto a nuestros hábitos de siempre, pensando que es imposible cambiar y cumplir nuestros deseos.

La solución para realmente lograr lo que nos proponemos

Además de las ganas, necesitamos crear nuevos hábitos por medio de un sistema organizado. Por eso es importante primero definir un objetivo específico y hacer un plan de acción. Creemos que eso de ponernos objetivos, hacer planes de acción y seguimiento es solo para las empresas. En nuestra vida personal pensamos que las cosas pasan cuando tenemos ganas y hacemos esfuerzos, pero a veces, nos sentamos a esperar que pasen milagros. Lo cierto es que la mayoría de esos esfuerzos son desorganizados, y por eso siempre estamos dando vueltas y muchas veces no tenemos los resultados que queremos. A mí me ha pasado miles de veces. Por años tuve un sueño de volverme independiente y de trabajar por alguna causa que realmente me apasionara. Me quejaba a veces de mi trabajo, pero realmente no hacía mucho para cambiarlo porque el salto de ser empleada a ser independiente me parecía gigante y no sabía ni por dónde empezar. También, soñé con hacer un alto y tomarme 6 meses sabáticos.
Pero no fue hasta que empecé a planear y organizarme que logré hacerlo.
Lo más lindo de todo es que lo hice junto a mi esposo y nuestros hijos en un lugar mágico: Bali.

Empezando por los objetivos

A lo largo de estos años he creado un sistema de cambio que uso con cada propósito que me pongo y me ha funcionado muy bien. Pensar organizadamente me da un sentido de control frente a las situaciones y disminuye la ansiedad y el miedo que puede salir cuando nos enfrentamos a situaciones desconocidas. Este sistema tiene 4 pasos: reconoce- reconecta- actúa- confía. Si quieres leer más sobre esto, te invito a que vayas a un post anterior “Cómo disfrutar la vida en un constante cambio” donde cuento un poco más de esto. Hoy quiero enfocarme en cómo definir objetivos y crear planes de acción. Pensar que podemos lograr algo sin objetivos y un plan de acción es dejar todo a la suerte o a lo que el universo quiera darnos. Si quieres bajar de peso pero no sabes ni cuántos kilos quieres bajar, ni en cuanto tiempo quieres hacerlo, ni cómo lo vas a hacer, tu deseo se queda solo en eso, un simple deseo. A veces los objetivos nos aburren porque nos hacen esforzarnos, sentarnos a pensar y nos parecen muy rígidos y formales. Las grandes compañías ponen objetivos todos los años y miden a sus empleados con los objetivos. Incluso nosotros si hacemos parte de esas compañías, tenemos claros nuestros objetivos. Pero en la vida personal, pocos de nosotros aplicamos esto a nuestras vidas.
Tony Robins dice que “establecer metas es el primer paso en volver visible lo invisible”.
Un deseo es algo invisible, un resultado es visible. Si quiero bajar de peso, la idea está solamente en mi cabeza. Mientras que si realmente bajo los 5 kilos que me propuse, se vuelve visible.

¿Cómo se diseña un buen objetivo?

Un buen objetivo debe ser:
  1. Relevante: para mí este es el aspecto más importante. Lo que te propongas tiene que ser relevante para ti, algo que realmente te mueva. No gastes el tiempo tratando de lograr cosas que no resuenan contigo. Encuentra la razón por la cuál quieres lograr algo y haz que esa cosa se vuelva tu motorcito para mantenerte animado y motivado.
  2. Específico: debes ser lo más concreto posible en tu objetivo. Si quieres comer mejor, tu objetivo no debe ser comer mejor. Ese es un deseo. Un objetivo debe tener un QUÉ muy explícito. Un buen ejemplo debería ser comer 4 porciones de vegetales al día, incluyendo vegetales de al menos 3 colores en todas las comidas. O eliminar las gaseosas de mi dieta y tomar 8 vasos de agua al día.
  3. Ligado al tiempo: debes tener claridad de cuándo vas a empezar y cuándo quieres tener los resultados. tener fechas te va a ayudar a poder organizar tu plan de acción de acuerdo a esto. No es lo mismo proponerse correr 10K en dos meses que en un año. Tu plan de acción sería muy diferente.
  4. Medible: debes poder medir tu objetivo. Si pongo como objetivo ser más feliz con mi vida, no sabría cómo medir eso al final. Pero si mi objetivo es estar más satisfecha con mi trabajo o con mi relación amorosa, podría medir eso en el tiempo.
  5. Alcanzable: tu objetivo debe ser algo que te rete, pero que no sea imposible de lograr. Si cumplir tu meta depende de otra persona o de algún recurso con el que no cuentas, podría ser muy difícil de lograr. Por ejemplo, si tu objetivo es viajar con tus 3 mejores amigas a Cancún, pero ninguna puede o quiere, no lo lograrías. Mientras que si tu objetivo es que TU viajes a Cancún, podrías organizarte para lograrlo.

El objetivo es solo el comienzo: definiendo planes de acción

Después de tener claro tu objetivo, ponte a trabajar en tu plan de acción. Un plan de acción es una ruta de cómo quieres conseguir las cosas que te propusiste. De cómo vas a cumplir tus deseos. Se compone de tareas específicas. Partir el objetivo en tareas pequeñas hace que no te sientas abrumado por la transformación. Cuando alguien me dice que quiere renunciar y crear su negocio pero que no sabe por dónde empezar, le digo siempre que intente ver las cosas en pasos pequeños. Así, uno se siente mucho más seguro. Además, ¡es rica la sensación de ir logrando pequeños avances y celebrarlos!

¿Cómo se hace un buen plan de acción?

Un buen plan de acción debe venir dividido por etapas o tareas, las cuales deben detallar:
  1. ¿Qué? Define qué tarea te vas a poner. Si por ejemplo tu objetivo es tener mayor estado físico y correr 10K, debes comenzar a ponerte tareas. Un qué podrías ser comenzar a trotar.
  2. ¿Cómo? El cómo define los detalles de lo que vas a hacer. Vas a trotar en la calle, en una caminadora en tu casa, en el gimnasio? Vas a contratar un entrenador o te vas a unir a un grupo de corredores?
  3. ¿Cuánto? Aquí defines por cuánto tiempo lo vas a hacer. En el ejemplo de los 10K tendrías que ir aumentando el tiempo y distancia a medida que pasaran las semanas.
  4. ¿Cuándo? Específica los días y los momentos del día que realizarás las tareas.
  5. ¿Necesito ayuda? Pregúntate si necesitas recursos externos o personas para lograr las tareas. Si es así, escribe y empieza a buscarlos. Si en el ejemplo de los 10K necesitas un App o un entrenador, búscalo. Si necesitas tenis nuevos, pon eso como una tarea inicial. Te invito a que revises mi curso virtual “La Maestría del cambio”, en donde te acompaño y te doy herramientas para lograr los cambios que quieras.
Ahora, si te sientas juicioso a hacer tus objetivos y tus planes, pero nunca te paras a tomar acción, ¡no hiciste nada!. Así que una vez hayas hecho los dos primeros pasos, toma acción. Constantemente. Así sea imperfecta, pero da un paso a la vez. La única forma de lograr tus deseos de 2019 o de cualquier año que pase es que te pongas a trabajar en ello. Como dice un proverbio taoísta
“Un camino de mil pasos comienza con un solo paso”.
Revisa mi curso La Maestría del Cambio y conviértete en un(a) verdadero(a) maestro(a) del cambio!

¿Cómo cumplir tus deseos de año nuevo?

Registro exitoso