Tomar leches vegetales está de moda. Hoy en día sabemos que la leche de vaca no es tan saludable como nos la habían pintado y que debemos limitar nuestro consumo, pero ahora no sabemos qué hacer con el tema de las leches vegetales.
En el mercado encontramos una gran variedad de productos, que dicen ser supuestamente saludables, pero, realmente lo son?
Aquí va mi veredicto:
Leches vegetales comerciales: NO! La mayoría tienen una gran cantidad de azúcar. Además, tienen conservantes, y otros aditivos como la carragenina, la cual parece ser destructiva para el sistema digestivo y muy inflamatoria. Si no tienen este aditivo, tienen muchos otros que no son tan saludables como la goma de xantan, lecitina de soya, entre otros.
Leches vegetales hechas en casa: Sí, pero con moderación, entendiendo las propiedades de cada una de ellas. Cuando hacemos leches vegetales en nuestra casa, sabemos qué le estamos poniendo, y normalmente no supera los dos ingredientes principales: agua y la nuez o semilla. Podemos endulzarla a nuestro gusto o adicionarle algo de esencia de vainilla si es el caso, así que podemos controlar los ingredientes. Además, son mucho más frescas y nutritivas.
Hacer leches vegetales es relativamente sencillo, solo necesitas algo de preparación y tiempo. En mi video de You Tube te dejo dos recetas, una de leche de coco y la otra de cáñamo. Ve a este link para verlo.
Aunque las leches vegetales son un buen reemplazo de la leche de vaca, no tienen las mismas propiedades que ésta y el calcio debes consumirlo en otros alimentos. Además, considero que no tienen los mismos beneficios que consumir las semillas o nueces enteras, pero si quieres usarlas para algunas recetas o para calmar los antojos de un buen capuchino, adelante!
Aquí va lo que pienso de cada una de ellas:
Leche de soya: Es la más común de todas, pero yo no la recomiendo a no ser que la puedas hacer con soya orgánica, la cual es difícil de conseguir. Tiene alto contenido de calcio y proteínas, por eso es tan común y recomendada. Si tienes problemas con la tiroides o enfermedades autoinmunes, limita su consumo, si no, si consigues soya orgánica, aprovéchala!
Leche de almendras: Ahora es mucho más común que antes. Esta leche es altamente digestiva, tiene una alta proporción de grasas poliinsaturadas, magnesio y hierro y no es tan alta en calorías como la leche de vaca. Lo malo de la leche de almendras, es que cuando le quitas la “pulpa” a la almendra estás quitándole la proteína y la fibra que la almendra naturalmente tiene. Por eso, trata de utilizar la carne en otras recetas. Lo mismo pasa con las demás leches.
Leche de coco: Es de mis favoritas por el sabor y la textura. Tiene altos contenidos de ácido laúrico, que es altamente absorbido por el cuerpo como energía, además que puede ayudar a reducir los niveles de colesterol. Tiene alto contenido de manganesio y hierro. El contra de esta leche, es que es muy alta en calorías, así que consúmela en moderación.
Leche de arroz: La leche de arroz es alta en carbohidratos y baja en proteínas, pero tiene propiedades calmantes y relajantes. Tiene muchos nutrientes que normalmente no se encuentran en la leche de vaca como niacina, vitamina B6, hierro, entre otros.
Leche de cáñamo: Las semillas de cáñamo son altas en omega 3, y tiene todos los 10 ámino ácidos esenciales, además son relativamente altas en proteína, en calcio y otros minerales esenciales. LO único es que tiene un sabor fuerte.
Entonces mi veredicto final es: No consumas leche de vaca (y menos comercial), ni leches vegetales comerciales. Prepara tus propias leches vegetales en casa. ¡Varía las recetas y los sabores para obtener los diferentes beneficios de cada una de ellas, y consúmelas en moderación!