Una vez Buda dijo: “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos”
Nuestros pensamientos influyen en nuestras emociones, las cuales afectas nuestras acciones y resultados. Para mí, más importante aún, nuestros pensamientos influyen en nuestro estado de salud. Bruce Lipton y Candence Pert estudiaron cual es el efecto de nuestros pensamientos y emociones frente a nuestra biología y encontraron que están directamente relacionados. El trabajo de Candence desde la década de los 70 ayudó a entender la relación entre la mente y el cuerpo, un trabajo revolucionario para la época e inclusive para hoy en día. Nuestros pensamientos afectan nuestro estado anímico y las emociones desencadenan la producción de diferentes neurotransmisores como la serotonina, endorfina, entre otros. Esto afecta nuestra biología y química interna que en el largo plazo afecta nuestro estado de salud.
Lo interesante de todo este trabajo es que gracias a él se comenzaron a desarrollar técnicas que nos ayuden a cambiar nuestros pensamientos, de manera que nuestras emociones y biología cambien.
Cuando era pequeña y hasta después de mi diagnóstico solía ser una persona muy negativa. Me costaba trabajo ver el lado positivo de las cosas e inclusive creo que mis alergias eternas se debían a un estado de estrés crónico en el que permanecía. Cuando me diagnosticaron con esclerosis múltiple comencé a estudiar y aplicar algunas técnicas para cambiar mis pensamientos y así comenzar a ser una persona más positiva. Esto considero que afecta inmensamente mi estado de salud y debido a todo lo que practico, puedo decir que tengo una mejor calidad de vida y un estado de salud casi perfecto.
Aquí van las técnicas que más utilizo:
- Cambia el pensamiento negativo por el exacto positivo. Cuando estés pensando algo negativo, cámbialo por el exacto opuesto y repítelo por unos minutos. Por ejemplo, si sientes que te vas a enfermar y comienzas a pensar que tienes gripa, repítete a ti mismo “gozo de un estado perfecto de salud, todas mis células están en armonía!”
- Busca lo positivo de la situación que estás viviendo. Cuando empiezo a pensar en todo lo negativo que tiene una situación por la que estoy pasando, paro, respiro y me preguntó “Qué tiene de bueno esta situación”. En el ejemplo anterior, si te da gripa, piensa de pronto qué es lo que tu cuerpo te está queriendo decir, tal vez necesites bajarle al ritmo y dedicarte unas horas. ¡Seguro algo bueno saldrá de ahí!
- Respira, enfócate en el aquí y el ahora. Cuando la situación es demasiado miedosa o angustiante, simplemente respira de manera diafragmática (tengo un video en mi canal de You Tube para esto) y ayudarás a tu cuerpo a activar el sistema de relajación, inmediatamente tus pensamientos cesan un poco y tus emociones se regulan.
Realiza cualquiera de estas tres técnicas con disciplina y constancia y vas a notar poco a poco la diferencia en tu estado general de ánimo y de salud.
Por una vida llena de bienestar y serenidad, porque no quiero que estés bien, quiero que estés increíble!
Aquí puedes ver más sobre este tema.
Un abrazo,